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No sé cómo, pero a veces pienso en la manera e n que calaste mi corazón, pienso en como entraste en mi y aun no haz salido, pienso en por qué pienso en ti y pienso en como pienso en ti, nunca encuentro respuestas al hecho de que te veo y late mi corazón vertiginosamente, al hecho de sentir un calido resplandor siempre que escucho tu risa, al ver que apareces en algún lugar de mi vida y me reconforta saberte viva no dejo de imaginar una noche contigo, no dejo de recordar pasajes de nuestra vida cuando me muevo por lugares en los cuales nos moviamos, cuando camino por londres y paris, cuando viajo en unos trenes por un camino azul, cuando me acuesto en mi cama y a veces te siento al lado, cuando paseo por el fatidico lugar donde todo acabó, son sólo recuerdos y me enerva la sangre no poder formar más de ellos, no poder sentir nada por nadie, el mirar tantas mujeres y que ninguna me haga sentir de que existe un futuro, cuando pasan los días siempre miro las fechas y siempre en alguna de ellas hay algu tuyo que recordar, como hace dos días que recordé cómo en esa cama crucé el puente construido de buenas intenciones por mis amigos, como dediqué una carta hermosa en la que citaba "hay un amor que crece en mi, que no sé como esconder" es el efecto julio el que me atolondra y me recuerda.
Una vez sentado en una banca antigua me dediqué a esperarte por si en una de esas me ibas a buscar, pero nunca llegaste, siempre pienso en el por qué te fuiste y nunca encuentro una razón ni lógica ni sentimental para salvaguardar tus argumentos nunca he podido entender qué sentiste y qupe llevó a tomar la decisión, ya que a decir verdadni tu misma te supiste expresar al respecto. Es el tiempo en el que comienzo a recordar, es el tiempo en que vivo para ti y por ti, es el tiempo en el que grito cuanto te quiero y cuanto te adoro, es el tiempo en el que Goethe te describió hace más de dos siglos sin saberlo "Un ángel! Oh! todos dicen otro tanto de la suya ¿No es verdad? ¡Y sin embargo, yo no estoy en estado de decirte lo perfecta que es, porque es perfecta. Basta, ella absorve todos mis sentidos, los domina. Tanta ingenuidad unida a tanto ingenio! Tanta bondad unida a tanta fuerza de caracter, y la tranquilidad del alma en medio de la vida más activa! Ahí Goethe resumió sin saberlo muchas de las cosas que siento de ti sin saberlo.
Por último, el gran quijote dejó una carta a su amada dulcinea y yo te la dejo a ti, porque tu eres mi

Soberana y alta señora:

El herido de punta de ausencia, y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que además de ser fuerte es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo. Si gustares de socorrerme, tuyo soy; y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo.

Tuyo hasta la muerte,
El caballero de la triste figura