Resulta, que estabas sentada a horcajadas sobre mi, y yo te miraba fijamente con el ceño fruncido entre incomodidad y reproche, pero tu sonrisa tan sincera en ese momento, relajaba mis músculos y lograba que una paz entrara en mi, no sin antes arremolinar en mi estómago unas mariposas bastante conocidas, las que siempre se sienten vez que no veo. A pesar de las supuestas palabras que yo te decía, en las cuales, creo, intentaba persuadirte a que te bajaras, me plantas un beso, de esos que añoran mis labios, con suaves mordiscos en los cuales reías, yo me quedaba quieto, no movía ningún músculo, siquiera para devolverte el beso, en eso te apartaste, aun sentada sobre mi y me preguntaste "¿Qué pasa?" y yo, con el ceño fruncido, con ganas de gritar de furia, mis ojos lanzando chispas, sólo atiné a decir "los besos se dan de a dos..." ahí nos fundimos en uno, caímos en ese que yo llamaba nuestro mundo, donde bellas y preciosos convivían en júbilo y en una impetuosa carrera por ser siempre mejores...
Apareces en mis sueños, y no sé por qué no huyo, si en realidad debería irme lejos y apartarme del dolor, en realidad no soy hoy el mejor para ti, con mis vicios y oscuras vivencias estoy siendo todo lo contrario a lo que siempre haz querido, ¿Por qué mi mente piensa que tu quieres volver? miento, es un deseo interior que permanece y permanecerá siempre, porque no te puedo dejar atrás, y quizá ya no me estorbes en mi camino, pero estás presente siempre, en cada movimiento y en cada paso, en cada vida y cada vivencia, porque siempre estarás en mi mente aunque ninguno de los dos lo quiera, porque aunque pasen siglos yo, pienso en que podríamos haber sido la mejor pareja que nunca se creó en el universo, porque yo soy único y tú eres única, y entre los dos habríamos echo simplemente lo mejor.
Te quiero, te amo, te espero.